martes, 22 de diciembre de 2009

Criticar

Cuando no hay ideas propias no hay nada mejor que triangulizar al adversario creando rumores. Estos voceros, estos artífices del rumor que juegan con tu cabeza no parecen ser consciente de que existen otras personas con los mismos latidos y sentimientos, necesitados de intercambios afectivos, del milagro de una caricia a tiempo, de ser arte y parte de los sentimientos del otro. Entonces, ¿quién compensará los rios de lágrimas que cuesta ese rumor, y cómo hacerles ver lo débil que resulta el hilo de la convivencia social cuando los valores se han perdido en el camino? Impreso en graffitis leí en los sanitarios de una universidad, foco de reflexión y difusión científica: La gente grande habla sobre ideas, pero la gente mezquina habla sobre los demás”. Pena me da los que difunden rumores para herir al vecino.

Impresiones

Toda la ciudad de Recife es una deliciosa mezcla de pasado y presente, de contrastes entre edificios y casas antiguas con anaqueles atestados de flores de las que aspiro su fragancia, la reconozco y me gusta, y al lado construcciones modernas mirando al futuro y al mar, tan presente en el ambiente que tienes que ir en su busca. Y allá te encuentras la vivencia de las gentes en las playas, meticulosamente cuidadas, para que te sientas un feliz analfabeto que goza con la ignorancia de su propia fiesta.